En lo que respecta al crecimiento agrícola, muchos agricultores se enfrentan a problemas de contaminación del agua subterránea y circundante. Aparte de esto, se enfrentan al problema del aumento de sales tóxicas en el suelo. Es innegable que la degradación del suelo es un riesgo significativo para el crecimiento agrícola. Y, cuando se le agregan fertilizantes de base química, el suelo se convierte en el motivo de la eliminación de microorganismos valiosos para las plantas. Es necesario alimentar el suelo para mantener su salud, además de alimentar a la planta, porque el suelo es la razón de que las plantas estén sanas. Analicemos cómo el uso de productos eficaces que promuevan la fertilización orgánica del suelo (organic fertilization of the soil) es beneficioso sobre el uso de fertilizantes químicos y sintéticos.
Con los fertilizantes orgánicos, los microorganismos del suelo se degradan hasta convertirse en compuestos solubles en agua. Esto es necesario porque las plantas aprovechan al máximo los compuestos solubles en agua. Algunos otros beneficios son: impulsar la proliferación de hongos responsables de que las plantas aprovechen los nutrientes, mejorar la estructura del suelo, ayudar a retener los nutrientes, permitir la fijación de carbono en el sustrato y mejorar la capacidad del cultivo para absorber agua. Estos productos también ayudan a lograr el aumento de actividad de bacterias y hongos que benefician al suelo. Estos beneficios muestran que la nutrición natural u orgánica para las plantas (Natural or Organic Nutrition for Plants) es la necesidad del momento.
Entendamos rápidamente la importancia de una de las sustancias esenciales, es decir, el ácido fúlvico, en el crecimiento de las plantas. Básicamente, es soluble en todos los rangos de pH y se considera un acondicionador orgánico del suelo. Es un producto orgánico certificado por OMRI que tiene capacidades acidificantes. Uno de los efectos del ácido fúlvico (effects of fulvic acid) está asociado con el trabajo con diferentes minerales del suelo. El ácido fúlvico ayuda a restablecer el equilibrio natural del suelo y corrige sus deficiencias; ayuda a hacer frente a las heladas y a la sequía y aumenta la reproducción de microorganismos beneficiosos en el suelo.
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